Los estudios en el extranjero
Aprender una segunda lengua es difícil y comprender una cultura nueva es aún más. Hoy en día, aprender un idioma significa estudiar también la cultura a la que éste pertenece. Con esta meta y porque varias investigaciones y testimonios personales demuestran los beneficios de estudiar en el extranjero, algunos estudiantes escogen vivir y aprender idiomas en otro país porque la experiencia incorpora otras experiencias o algo más que las reglas de gramática y los exámenes.
En el aula, usualmente los profesores enseñan de varias maneras la capacidad de comunicarse y de escuchar bien. Aunque se puede aprender la gramática y el vocabulario de un idioma, en un salón de clase no se puede aprender otros aspectos culturales sin estudiar ni vivir en un país donde sí se habla la lengua. Estudiar en el extranjero le ofrece al estudiante una solución para el aprendizaje del español y proporciona una educación más compleja puesto que puede apreciar el idioma y a los hablantes mientras que corrige algunos errores comunes.
Según unas investigaciones de Michael Hubert (2011), lingüista y profesor de la Universidad de Washington, un problema común en el aula es la evitación lingüística. Esta situación ocurre cuando el estudiante no sabe la respuesta o no puede explicar sus ideas. El estudiante, entonces, empieza a inventar palabras, a hablar en Spanglish, reformular las oraciones o evitar ciertas palabras. El conocimiento gramatical sufre y se estanca. En otro estudio por Victoria Rodrigo (2011), profesora de español y de lingüísticas de la Universidad de Louisiana, se hace una comparación entre los estudiantes que han estudiado en el extranjero por cinco semanas y los que han estudiado solamente en los EEUU. En general, los que estudiaban en el extranjero superaron a los que estudiaron solamente en los EEUU en las áreas del habla, la pronunciación, la comprensión, y el conocimiento cultural.
Cuando se va a otro lugar, se conoce a la gente y se ve el ritmo de la vida. Es la primera oportunidad de experimentar la cultura fuertemente. Lara Mirkin, una profesora de literatura latinoamericana de la Universidad de Belgrano en Buenos Aires, Argentina, recuerda una frase de Confucio para explicar el proceso de aprendizaje del idioma según el contexto: “lo escuché y lo olvidé, lo vi y lo entendía, lo hice y lo aprendí.” Ella explica que mientras se puede aprender de los libros, lo mejor manera de aprender es experimentar. Por esta razón, Mirkin cree que el estudio en el extranjero es esencial para perfeccionar su fluidez en otro idioma. Mirkin explica que la mayoría de los estudiantes internacionales que viajan a la Argentina y viven con porteños tiene que asimilarse rápidamente. La interacción con los porteños en Buenos Aires les da a ellos la oportunidad de jugar deportes, participar en organizaciones y salir por la noche con argentinos. Los estudiantes pueden aprender la cultura del país sin los elementos más turísticos.
Según unas investigaciones de Michael Hubert (2011), lingüista y profesor de la Universidad de Washington, un problema común en el aula es la evitación lingüística. Esta situación ocurre cuando el estudiante no sabe la respuesta o no puede explicar sus ideas. El estudiante, entonces, empieza a inventar palabras, a hablar en Spanglish, reformular las oraciones o evitar ciertas palabras. El conocimiento gramatical sufre y se estanca. En otro estudio por Victoria Rodrigo (2011), profesora de español y de lingüísticas de la Universidad de Louisiana, se hace una comparación entre los estudiantes que han estudiado en el extranjero por cinco semanas y los que han estudiado solamente en los EEUU. En general, los que estudiaban en el extranjero superaron a los que estudiaron solamente en los EEUU en las áreas del habla, la pronunciación, la comprensión, y el conocimiento cultural.
Cuando se va a otro lugar, se conoce a la gente y se ve el ritmo de la vida. Es la primera oportunidad de experimentar la cultura fuertemente. Lara Mirkin, una profesora de literatura latinoamericana de la Universidad de Belgrano en Buenos Aires, Argentina, recuerda una frase de Confucio para explicar el proceso de aprendizaje del idioma según el contexto: “lo escuché y lo olvidé, lo vi y lo entendía, lo hice y lo aprendí.” Ella explica que mientras se puede aprender de los libros, lo mejor manera de aprender es experimentar. Por esta razón, Mirkin cree que el estudio en el extranjero es esencial para perfeccionar su fluidez en otro idioma. Mirkin explica que la mayoría de los estudiantes internacionales que viajan a la Argentina y viven con porteños tiene que asimilarse rápidamente. La interacción con los porteños en Buenos Aires les da a ellos la oportunidad de jugar deportes, participar en organizaciones y salir por la noche con argentinos. Los estudiantes pueden aprender la cultura del país sin los elementos más turísticos.
Jesús Díaz Vidal, el vicedecano de CEA Educación Global en Sevilla, España, cree que estudiar en el extranjero es una parte muy beneficiosa en el aprendizaje de un segundo idioma. Díaz Vidal dice que estudiar en el extranjero puede fomentar el desarrollo académico para hablar directamente con nativos. Comprender la cultura de primera mano y explorar otro país es muy importante “para el trabajo en el mundo global”, agrega Díaz Vidal. Aunque hay tantos beneficios, algunos estudiantes no experimentan todo lo que la vida en el extranjero les ofrece. Según Díaz Vidal, muchos estudiantes utilizan su estadía en el extranjero “para tener una experiencia americana fuera de América” y no aprenden ni aprecian todo lo que podrían en la experiencia en el extranjero extranjero.
Aunque los estudiantes aprenden mucho durante las clases, ellos aprenden más sobre ellos mismos durante el tiempo en el extranjero. “Los estudiantes llegan a Buenos Aires completamente verdes y se van súper maduros. Cuando empiezan las clases se sienten tímidos, hablan poco, parecen aburrirse, pero al finalizar del semestre están tan contentos que le da pena que se vayan,” dice Mirkin. Al fin de viaje, los estudiantes han aprendido mucho de sus experiencias y vuelven a los EEUU con una nueva perspectiva de la gente y de la vida.
Igual a lo que dice Mirkin, Vidal agrega que los cambios en los estudiantes son aparentes. Ellos pueden aprender a disfrutar de situaciones y ambientes nuevos y ajenos a su contexto original y aceptar nuevos ritmos de la vida. También mejoran su capacidad de comunicarse y adaptarse en situaciones difíciles.
Emma Austin, una estudiante de CEA: Sevilla, cree que la experiencia de estudiar en el extranjero es un complemento perfecto para estudiar un idioma en la aula. Cuando estudiaba en Sevilla, Emma aprendió cómo comunicarse con los con los sevillanos, y ella conoció la cultura de primera mano. Tuvo momentos difíciles, pero se da cuenta ahora que todas eran oportunidades de aprendizaje. En general, ella cree que los estudios en el extranjero ayudan a los estudiantes a ser más abierto a las culturas diferentes y a aprender las maneras de vida de otras personas. Esto no se puede aprender en la escuela regular.
El estudio en el extranjero ofrece la manera más efectiva de aprender una nueva cultura e idioma. La experiencia les permite tener más confianza para hablar con más fluidez. Al final del viaje, los estudiantes son más maduros, hablan mejor y han experimentado la cultura del país que han visitado. Más que todo, seguramente han conocido a muchos amigos de muchos países con quienes pueden continuar hablando después del viaje.
Aunque los estudiantes aprenden mucho durante las clases, ellos aprenden más sobre ellos mismos durante el tiempo en el extranjero. “Los estudiantes llegan a Buenos Aires completamente verdes y se van súper maduros. Cuando empiezan las clases se sienten tímidos, hablan poco, parecen aburrirse, pero al finalizar del semestre están tan contentos que le da pena que se vayan,” dice Mirkin. Al fin de viaje, los estudiantes han aprendido mucho de sus experiencias y vuelven a los EEUU con una nueva perspectiva de la gente y de la vida.
Igual a lo que dice Mirkin, Vidal agrega que los cambios en los estudiantes son aparentes. Ellos pueden aprender a disfrutar de situaciones y ambientes nuevos y ajenos a su contexto original y aceptar nuevos ritmos de la vida. También mejoran su capacidad de comunicarse y adaptarse en situaciones difíciles.
Emma Austin, una estudiante de CEA: Sevilla, cree que la experiencia de estudiar en el extranjero es un complemento perfecto para estudiar un idioma en la aula. Cuando estudiaba en Sevilla, Emma aprendió cómo comunicarse con los con los sevillanos, y ella conoció la cultura de primera mano. Tuvo momentos difíciles, pero se da cuenta ahora que todas eran oportunidades de aprendizaje. En general, ella cree que los estudios en el extranjero ayudan a los estudiantes a ser más abierto a las culturas diferentes y a aprender las maneras de vida de otras personas. Esto no se puede aprender en la escuela regular.
El estudio en el extranjero ofrece la manera más efectiva de aprender una nueva cultura e idioma. La experiencia les permite tener más confianza para hablar con más fluidez. Al final del viaje, los estudiantes son más maduros, hablan mejor y han experimentado la cultura del país que han visitado. Más que todo, seguramente han conocido a muchos amigos de muchos países con quienes pueden continuar hablando después del viaje.
1 comments:
Su proyecto es muy interesante. Nunca he estudiado como estudiante de extranjero, pero veo a las diferencias en mis clases de español. Es evidente quien ha estudiado fuera de los EE. UU. y quien solo ha estudiado aquí. También tengo experiencia con la fenomena de inventir palabras cuando no estoy segura de la palabra en español, y si no uso esta técnica, uso muchas palabras para comunicar la misma idea. Es importante aprender información sobre la cultura, y creo que UW-Madison tenga un buen programa. También creo que sea mejor aprender la cultura diferente debido a vivir en la cultura. Sugiero que cada estudiante que no ha estudiado como extranjero, lo hace. La diferencia en las educaciones de una persona que queda aquí y una que sale es enorme (según los estudiados citados en el proyecto y en mis experiencias personales).
16 de mayo de 2013, 2:51 p.m.Publicar un comentario
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