Desconfianza democratica en las elecciones hondureñas y nicaragüenses
Aunque
son países vecinos, Nicaragua y Honduras no siguen las mismas ideologías políticas,
aun así tienen historias similares. La
elección presidencial en Nicaragua del 7 de noviembre de 2016 resultó en la
reelección del presidente del partido izquierda Sandinista, mientras que las
elecciones primarias hondureñas, que se realizarán el 26 de noviembre de este
año, apuntan a una victoria de la derecha o el Partido Nacional hondureño. El
periodismo revela que detrás de las ideologías diferentes, los países comparten
aspectos similares.
Parece
que las dos elecciones se manifestarán por acción pública similar. En
Nicaragua, lo esperado ocurrió cuando Daniel Ortega ganó fácilmente su tercer mandato
consecutivo. Aunque Ortega recibió el 72% de votos, un artículo del País reporta
que “la oposición había informado horas antes que la participación en el
proceso había sido escasa, con un ‘triunfo’ de la abstención”. El artículo “Daniel Ortega gana las elecciones presidenciales en Nicaragua”, cita al analista político Óscar
René Vargas, como una persona que no tiene fe en el presidente o su nuevo
vicepresidente y en la esposa de Ortega, Rosario Murillo. El analista dice
sobre Murillo, “[e]l capital le tiene miedo, porque ella es muy inestable y no
saben cómo se puede llegar a arreglos, negociar, con ella”. A la poeta Murillo le
falta experiencia y visión en los asuntos de negocios y políticos.
La
situación en Honduras es muy similar. El artículo de La Prensa - “Partido Nacional aventaja con 20 puntos al Liberal”- cita un sondeo de la firma Gallup,
lo cual muestra semejanzas entre la opinión en los dos países. La meta de la
preferencia política en 2016 revela que el Partido Nacional tiene el 34% de la
preferencia pública, mientras que el partido Liberal solamente tiene el 14%. Esta
situación es similar a la de los sandinistas en Nicaragua, aunque el partido
Nacional es fácilmente el más favorecido, no es muy popular. El mayor grupo (un
36% de la población) que contestó la encuesta no tenía preferencia para ningún
partido, y las evaluaciones del presidente Nacional actual, Juan O. Hernández,
muestran poco apoyo. El 41% de las personas dice que él dejará peor al país
cuando termine su periodo, mientras que el 30% dice que lo dejará mejor. Parece
que no hay mucha fe en la política de ambos países de América Central. El País cita a especialistas mientras que La Prensa usa medidas de la opinion publica para encontrar un tema compartido: mucha
gente está harta de sus opciones de líderes, y no cree en el cambio
democrático.
1 comments:
Me interesó mucha la comparación que tú diste sobre los dos artículos de Honduras y Nicaragua. Yo también creo que el uso de las evaluaciones de los candidatos presidenciales son de suma importancia en contexto de lo que significan para el estado del país.
18 de abril de 2017, 3:09 p.m.Al fin de su análisis, tú mencionaste que quizás, para las votantes de Honduras y Nicaragua, no queda mucha "fe" en asuntos de las políticas. Aparte de las evaluaciones, ¿qué más se puede decir sobre la falta de la "fe" no solo de Honduras y Nicaragua, sino también de América Central (con todo lo que hemos aprendido en clase)?
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